Félix Chacaltana Saldívar es el fiscal distrital adjunto en la provincia de Huamanga, Perú, satisfecho con los parámetros de justicia y moral que supo concebir, hasta que un asesino serial con tintes religiosos, hace que todo aquello se vea vapuleado. Nada mejor entonces que el discurso del autor de esta novela, ganador del premio Alfaguara 2006, para entender los dilemas del protagonista al enfrentarse a este particular asesino:
“Si algo sabe el fiscal Chacaltana por experiencia propia, es que toda paz implica mirar al horror a la cara y ser capaz de cierto grado de perdón. Pero también sabe que todo perdón entraña una injusticia. Vivir sin sangre implica en cualquier caso convivir con quienes la hayan derramado. Después de lo experimentado en este libro, el fiscal se pregunta qué hay que es peor: si dejar en paz a los asesinos o dejar que sigan asesinando. Pero también sabe que no le toca a él responder a esa pregunta. Las sociedades van dando sus propias respuestas y no se preocupan mucho por su opinión al respecto.”
Santillana Ediciones Generales, S. L.