De madre griega y padre irlandés, Lafcadio Hearn (1850-1904) viajó a Japón en 1890 y se deslumbró a tal punto con su cultura que se hizo budista, se nacionalizó japonés, cambió su nombre al de Koizumi Yakumo y murió en Tokio.
"La canción del arrozal" es un compendio de ensayos suyos que hablan sobre animales e insectos en la poesía japonesa. Así, los capítulos se llama: Ranas, Cigarras, Libélulas, Mariposas, Luciérnagas, y el último y más asombroso, Insectos músicos. La edición viene con ilustraciones hermosas de @manu.s1m
"Me pasó el otro día en la costa de Suruga. Mientras descansaba debajo de los pinos que bordean la playa, algo en el calor vital y la paz luminosa de ese momento del día -una especie de rapto conmovedor de viento y luz- reavivaron de pronto una antigua creencia mía: la creencia de que todos los seres somos uno. Me sentí uno con la brisa y con el avance de las olas, con cada movimiento de sombras y cada destello del sol, con el azul del cielo y del mar, con el imponente silencio verde de la tierra. Me convencí, de un modo nuevo y maravilloso, de que no pudo haber nunca un principio, de que no podrá haber nunca un final".
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editado por @tambienelcaracol
traducido por @mariana_alon_so
Intro @miguelcerdegna
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