De la mano de un procedimiento técnico muy preciso que ella misma se encargó de transmitir como un mensaje legado, Beatriz Vallejos practicó una especie de informalismo anclado líricamente a su entorno, tocando “los temas del río, el junco y los pájaros”. Y aunque no sea difícil asociar su obra plástica a otras tendencias y producciones, es posible que ella no estuviera preocupada por nada de eso. Lo que Beatriz perseguía era “otro medio además de la palabra para expresar mi emoción, mi asombro y mi amor por mi región y mi patria de agua. Quise nombrar el viento en su color más vivo, sorprender el reflejo del sol que se me parece acordeonista del río, el alguacil, la mariposa; fijar todo eso inasible, resplandeciente y lírico en la transparencia de una materia que no encontraba en el óleo, ni siquiera en la espiritual luminosidad de la acuarela”. Se convirtió entonces en una artesana, en una laquista sublime. Realizó una labor de transmisión silenciosa y persistente, y desarrolló una imagen que hizo simbiosis con sus poemas con total naturalidad. “Cuando encontré mi medio de decir, no me detuve a pensar, a desmenuzar estéticas. No me puse a pensar sino a tratar de traducir en diálogo subjetivo con lo telúrico. Al fin de cuentas, el amor no analiza, y si la aparente realidad se presenta en planos y composición ¿cuál será la real ilusión del espíritu que centrifuga todas las esencias posibles?”.
Relativo a los escritos de Vallejos escogidos para este volumen, tenemos una apreciación. Existen dos textos con apariencia de conferencia que llevan el mismo título: Transparencia y misterio de las lacas. Uno data de 1965 y el otro suponemos que es cercano a 1967, y aunque ambos se hayan titulado de la misma manera, no pensamos que se trate de dos versiones del mismo. Somos más de la idea de que el título que llevan es el corazón de un pensamiento en el que Beatriz estuvo trabajando durante muchos años, volviendo y revisando. Decimos entonces que los dos Transparencia y misterio de las lacas funcionan independientemente y se complementan de manera mutua, reiterándose cuestiones mínimas en uno y otro, y de allí nuestra desición de publicar ambos. En medio de estos textos aparece otro titulado Lo que quiero expresar, prácticamente un manifiesto, un poema de intención. Su ordenamiento intercalado se debe a que en una libreta de apuntes del año 1965, Beatriz lo escribió a continuación del primer Transparencia y misterio de las lacas. Por último, elegimos una carta que Beatriz le escribió a una amiga en 1995. En la misma ella le cuenta paso a paso cómo emplear la técnica de la realización de lacas que aprendiera de Carlos Valdés Mujica, precisando materiales, proporciones y acotando sugerencias. Este último texto se presenta en formato de “suelto”.
En cuanto a las lacas, empleamos algunos criterios para ordenarlas. Se reúne un registro que proviene en parte del acervo personal de Beatriz, hoy en manos de su hija Elena; por otro lado, se fotografiaron obras que se encuentran al cuidado de familia y amigues. En el apartado “Lacas” se reproduce un conjunto de piezas que va de la década del 60 hasta entrados los 2000. Seguido a este primer grupo viene “Apuntes para Pincel”.Pincel fue un espectáculo poético audiovisual que Beatriz presentó en el año 2000, en el cual mezcló muy conscientemente sus intereses artísticos. Gracias a la guía de un apunte que consta entre sus papeles personales, pudimos ligar las lacas de este grupo con anotaciones que bien funcionan como títulos o como versos para esas imágenes. Por último se despliega La hamaca, poemario en íconos que Beatriz pensó como un libro en sí, sin publicarlo en formato papel. Lo que sí hizo fue llevar estos poemas a la factura misma de las lacas, artefactos poéticos a los que denominó “poemas-ícono”.
El libro se completa con miradas desde el presente, como un saludo a esta amiga transhistórica. Gracias a la entrevista que Irina Garbatzky le realizara en 2003, reponemos su voz y su pensamiento; Marina Maggi y Pablo Serr señalan a la experiencia creativa de Beatriz como una dialéctica viva.
Sobre el final, un bloque biográfico con fotografías e imágenes de archivo nos ubica a Vallejos en su trayectoria de artista. La publicación de este libro es una acción para acercarnos a la filosofía, vida y obra de Beatriz Vallejos, quien de una forma tan especial fundió a la palabra con el arte en una valoración de la artesanía como quehacer espiritual.
Maxi Masuelli y Ana Wandzik
Editorial: Iván Rosado